Bodegas Artero
Una larga tradición familiar
Nuestro origen se remonta a 1940, año en el que Blas Muñoz, entonces un joven inquieto y emprendedor, descubre su pasión por el mundo del vino. Una pasión que le acompañará durante toda su vida y será el germen de Bodegas Artero.
Nacido en el número 10 de la calle Artero de Noblejas (Toledo), en el seno de una familia de agricultores, Blas Muñoz, en los difíciles años cuarenta y con más ideas que medios, trabajó duro para crear una de las bodegas referente en el panorama vitivinícola de la región.
En la década de los sesenta, Blas transmitió a su hijo Bienvenido, tanto conocimientos como pasión para dar continuidad a su preciado proyecto. Bienvenido, imprimió su carácter creativo y entusiasta y, tomando el testigo con decisión, modernizó la bodega para concebir un proyecto de alcance internacional.
Actualmente, los valores que infundió Blas son custodiados por la tercera generación, con la responsabilidad de dar continuidad a lo que nuestro abuelo inició como un sueño hace más de 80 años.
Elaboramos nuestros vinos con la responsabilidad de custodiar un proyecto que nuestro abuelo concibió hace más de 80 años. Durante este tiempo nos sentimos afortunados de haber merecido la confianza de las personas que les gusta disfrutar con el buen vino.