La cosecha 2015 en La Mancha puede resumirse en mayor calidad y menor cantidad.
El reposo vegetativo estuvo marcado por un invierno más frío y seco de lo habitual, mientras que la primavera fue más cálida y seca que el año promedio, terminando el ciclo de la vid con un verano extremadamente cálido -con unas interminables olas de calor durante el mes de julio- y a pesar de mantener una pluviometría normal, al ser ésta “normalmente” escasa, hace que el balance hídrico en conjunto sea deficitario.
El déficit hídrico de este año ha condicionado la cosecha en las dos variables descriptivas de la añada: la cosecha se ha caracterizado por menos bayas y más pequeñas.
Los vinos blancos presentan un grado alcohólico normal y una acidez un poco más baja, mientras que en el balance aromático tiene algo más de peso el carácter secundario.
Los vinos tintos se caracterizan por una mayor concentración, tanto alcohólica como fenólica y por una menor acidez. Los vinos producidos son ideales para soportar largos periodos de envejecimiento, no obstante, se necesitará un poco más de tiempo para afinar los vinos destinados a consumir en los próximos meses como jóvenes.
Calificación DOM: Muy buena